AJUSTES EN LA FAMILIA
- Pastor Willian Klinger Mosquera
- 2 ago 2023
- 6 Min. de lectura
Hay un adagio popular que dice: “árbol que nace torcido jamás su tronco endereza” y podríamos fácilmente dejarnos llevar por lo que dice la gente condenándonos nosotros mismos y a nuestras familias a que nunca podríamos cambiar.
Somos imperfectos, pero Dios es poderoso para cambiar las cosas, en sus manos podemos ser moldeados conforme a su voluntad.
PALABRA: (Isaías 40:1-5)
“1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.
3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. 5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.”
Nuestras familias probablemente fueron formadas bajo circunstancias alejadas de la voluntad de Dios o por el camino adquirieron condiciones que no eran buenas delante de sus ojos; sin embargo, eso no determina la condición final de tu vida y de tu familia.
En nuestro diario vivir, aun busquemos la voluntad de Dios, tendremos vicisitudes y dificultades porque estamos bajo la influencia de un mundo caído, no perdamos de vista que buscamos la salvación y vida eterna para todos los nuestros y que solo en Jesús es posible encontrarla (Ver Juan 17:3)
Lo que hoy conocemos como Israel, nace de un personaje cuyos inicios fueron bien alejados de la voluntad del Señor; sin embargo, Dios pudo obrar y enderezar sus caminos, eso es lo que esperamos en nuestras vidas, veamos pues a la luz de la palabra cómo fue la conformación de la familia de Israel.
Reconocer las raíces de nuestros comportamientos.
Jacob fue enseñado por su madre a engañar, mintió a su padre, robó la bendición de su hermano y engañó a su tío Labán. Parece ser que desde sus inicios, independientemente de la causa (Ver Nota 1), el engaño venía arraigado a la vida de Jacob.
También sabemos que Jacob salió de la casa de sus padres, y en lugar de vivir solo con su esposa, vivió en la casa de los suegros por mucho tiempo, a causa del engaño de su tío/suegro, tuvo que vivir 20 años para poder salir como el verdadero esposo que provee para su casa.
Cuentan las escrituras que Jacob se enamoró prima facie de Raquel que tuvo que fungir como pastora de ovejas ante la ausencia de un hijo varón por parte de Labán; pero también cuentan las escrituras que luego fue Jacob quien se puso al frente del ganado ovino de su suegro.
Varias cosas no iniciaron bien en la relación de Jacob y Raquel, pero muchas de esas tienen su explicación en las circunstancias particulares de cada uno de ellos: por un lado Jacob creció viendo engaño, y Raquel asumiendo un rol en ausencia de hermanos varones; de la misma manera en nuestra relaciones hay comportamientos sobre los cuales debemos reflexionar a la luz de la palabra para identificar su causa raíz.
Reconocer el diseño del Señor
Fue evidente que la bendición de Labán llegó a causa del favor de Jehová sobre la vida de Jacob y por más que el capricho y la codicia de Labán hiciera retener a Jacob, era necesario que éste formara su nueva familia.
Así como de entrada fue necesario que Jacob pusiera en orden la atención del rebaño y con la fuerza característica de un hombre que trabaja de día y noche, pudiera añadir riqueza a su suegro; también era necesario que algún día dejara de vivir bajo el techo de su suegro para hacer su propia riqueza (Génesis 30:30)
Ya estaba claro que no se soportaban, que mentir no era lo adecuado, ya estaban cargados de tanto engaño; Labán y Jacob no terminarían nunca bien a menos de que Dios no hubiera intervenido, fue requerida una separación para poder alcanzar el propósito, Jehová suscitó ese hecho porque era necesario que su palabra se cumpliera.
Por otro lado estoy seguro de que así como Raquel tuvo que asumir la responsabilidad de pastorear el rebaño ovino de su padre, a muchas mujeres les ha tocado asumir responsabilidades que probablemente no le corresponden y no es que este mal de facto, las coyunturas a veces nos obliga a asumirlo. Lo que sí está mal es que las medidas temporales se conviertan en medidas definitivas si están en contra del diseño de Dios.
Cuando los hijos varones le nacieron a Labán, se encargaron de las ovejas de su padre (Ver Génesis 30:35; 31:1); pero también era necesario que Jacob partiera para trabajar por lo suyo.
Las sutilezas hoy por hoy llevan a los hombres a creer que las mujeres son más interesantes si son laboriosas, de la misma manera que los hombres parecen más interesantes para las mujeres si son más hogareños en lugar de serlo por proveer economía, seguridad y dirección a su casa.
Debemos cuidar que sigamos siempre el diseño de Dios para el hogar, en ocasiones vemos cosas que nos parecen bien y que el sistema insiste en que así lo veamos, pero es necesario reflexionar a diario respecto del diseño del Padre celestial.
Nuestros errores reflejados en otros
El paso de Labán por la vida de Jacob era necesario, probablemente hasta ese momento nunca había estado Jacob del lado de quien es engañado, y gracias a su relación con Labán pudo experimentar lo que se siente estar del lado engañado, esto marcó el inicio de cambio de su carácter.
A veces en nuestras familias tenemos conflictos con las personas que reflejan nuestro carácter, podemos ver malas actitudes en ellos, pero se nos dificulta ver lo mismo en nosotros; lo que nos molesta de ellos resulta ser algo que nosotros mismos tenemos pero no podemos ver la viga en nuestro ojo, pero si la paja en el ojo ajeno.
Es muy difícil para un engañador sentirse engañado, no es para nada fácil para un soberbio ser tratado con soberbia; pero cuando el Espíritu de Dios obra en nosotros, podemos reconocer que aquello que me irrita, está también causando irritación a otros pero desde nuestro lado.
Y ese inicio es importante, porque empezamos a reconocer y un día lo confesamos y decidimos esforzarnos dejándolo en mano de Dios para que nos ayude con su fidelidad y justicia a ser perdonados.
Asumiendo nuestra realidad
Finalmente para Jacob, su tío sacó ventaja de él, su mujer, a la que realmente amó finalmente murió tras dar a luz el último de los dos hijos que pudo parir.
Fue una vida marcada de conflictos, pero pese a las circunstancias la mano de Dios se mostró a favor de esa familia que finalmente le dio nombre al pueblo de Israel, seleccionado y apartado por Dios para darle gloria a su nombre poderoso y santo.
Nuestras familias son imperfectas y debemos reconocer nuestra realidad ante Dios como el mejor de los inicios en nuestro deseo de que nuestra familia sea restaurada y camine conforme a la voluntad de Dios.
Si reconocemos que alguna de las realidades de nuestras familias no están conforme al diseño del Padre, sin importar que las condiciones en las que se originaron tengan justificación, debes presentarlas delante del Señor y pedirle su intervención sobrenatural.
Conclusión
Nuestras familias imperfectas viven situaciones difíciles que a veces se originan de nosotros y otras de las que no tenemos control, pero gracias al poder del Espíritu Santo podemos percibir si eso que vivimos es contrario al diseño de Dios; pero vivimos de acuerdo a la esperanza que el mismo Espíritu nos guía y capacita para enderezar aquellas cosas que estaban torcidas.
No podemos creer el adagio popular que dice que lo que nace torcido nunca se endereza; allí perderíamos nuestra esperanza, y creemos como pareja pastoral que tenemos un Dios poderoso para allanar montes y collados, alzar valles, enderezar caminos para que sea cumplido su propósito en las familias restauradas de la tierra.
¿Qué te ha hablado el Espíritu Santo?
¿Cuáles son aquellas cosas que traemos de nuestros padres y que hoy menguan a tu familia?.
¿Qué de aquello que te molesta en un miembro de la familia puede ser también un comportamiento tuyo?.
Tomate un tiempo para reconocer las dificultades que tienen como familia y personalmente presentarlas delante de Dios.
Comparte alguna de tus impresiones con tus compañeros de grupo, y pide apoyo en oración en caso de requerir.
+57 3217285026
NOTA 1: Motivos de engaño
El autor considera que todo lo realizado por Rebeca y que pudo aprender su hijo Jacob, estuvo motivado por la revelación especial que le hizo Dios a Rebeca (Ver Génesis 25:23)
Comentarios