¿CÓMO ACCEDER AL PODER DEL NOMBRE DE JESÚS?
- Pastor Willian Klinger Mosquera
- 21 jun 2023
- 5 Min. de lectura
Ya sabemos que el nombre de Jesús es sobre todo nombre, que es un nombre poderoso; pero ¿cómo accedemos al poder que él nos ha prometido?, ¿cómo ejercemos la autoridad que él nos ha dado?
PALABRA: (Marcos 16:17-18)
“... estas señales seguirán a los que cree, en mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Marcos 16:17-18 RVR 1960
El autor de las palabras citada es Jesús, así que ya tenemos la clave para que cosas grandes pasen alrededor de nuestras vidas: enfermos sean sanados, sean expulsados demonios, etc; la clave está en usar el nombre que es sobre todo nombre, el nombre de Jesús.
Por eso muchos cristianos oramos invocando a Jesús, nuestra frase favorita: “En el nombre de Jesús ... ”, pero puede ser una frase totalmente hueca y carente de poder. En este mensaje veremos lo que es necesario para acceder al poder del nombre de Jesús.
1. Conviértete en un portador autorizado.
Partimos del hecho de que Jesús es poderoso independientemente de que se te haya manifestado o no; ahora, cuando se trata de invocar el nombre de Jesús esperando ver su poder, cualquier ente receptor del mensaje (orden) que usted lleva debería validar primero tu identidad, realizar un proceso de autenticación, revisar si el portador del mensaje tiene la facultad para ejecutarla.
Es que ni siquiera valdría la pena recibir el mensaje si descarto al mensajero; pero hay quienes dicen que no tiene sentido hacer esto, que lo importante es que el mensaje sea íntegro. A aquellos que piensan de esa manera, les cuento que no funciona así en el reino de los cielos, el poder de una orden no solo es la orden (mensaje) en sí mismo, sino que depende de su emisor así también como del portador.
Imagíne que usted está enfermo y un experimentado médico especialista le dice “este tratamiento lo sanará”, frente a las mismas palabras dichas por un enfermero novato. Sinceramente, ¿cuál de esos portadores del mensaje produce a usted mayor tranquilidad?
De la misma manera cualquiera puede aparecer en su vida hablando en el nombre de Jesús, será que todos tienen acceso al poder que hay en su nombre?. Le invito a leer esta historia.
“11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, 12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. 13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. 14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. 15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? 16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. 17 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. 18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.” (Hechos 19:11-19)
Seguramente los hijos de Esceva habían estudiado la palabra, la conocían al derecho y al revés, porque eran hijos del sumo sacerdote, pero no conocían al autor de dichas palabras. Precisamente la diferencia la hace la relación que tienen con el autor de la Palabra.
Hay quienes creen que por el mero hecho de usar el nombre de Jesús, van a ver la manifestación de su poder, pero para ser un portador adecuado debes identificarte con el autor del mensaje, que el receptor de entrada sepa que tienes la misma estirpe, el mismo linaje de quien te dio vida eterna.
2. Establece una relación vital en lugar de una relación mecánica
La frase “Oh! Señor Jesús” es un gran ejemplo para definir una relación mecánica, si la frase es dicha sin la plena conciencia del poder que existe en la persona a quien le fue asignado ese nombre.
Una relación mecánica podría ser ilustrada por la obra del telegrafista; no importa el carácter moral de éste; puede ser un hombre perverso, malicioso, noble o bueno, lo que importa en últimas es que manipule adecuadamente el telégrafo para que el mensaje se entregue fielmente.
No es así en el reino de los cielos, lo que nos ayudaría a ilustrar una relación vital sería la de un recipiente al cual se le deposita un líquido, así que si el recipiente está sucio, el líquido vertido se contamina; en el reino de los cielos la pureza y poder del mensaje dicho en el nombre de Jesús, está influenciado por la pureza del recipiente portador.
Un portador debe mantener una relación vital con el Padre Celestial, debe creer férreamente en el Señor Jesús, eso implica que sea converso y que sea obediente a la enseñanza e instrucciones del Padre.
3. No esperar a ser glorificado
La Palabra de Dios dice:
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. (Juan 14:12-14)
Llegar a hacer cosas aún mayores a las que hizo Jesús es una tremenda promesa, que nos queda difícil creer, dado que Él es lo máximo; pero si Él lo dijo, es verdad; realmente no eres tú quien lo hace, es Él quien lo ejecuta.
Aquí hay otro aspecto clave, si Él lo hace, consecuentemente debe ser el único que debe ser honrado y glorificado, así que si en tu corazón hay algo de deseo de honra propia, eso se volverá un impedimento para acceder al poder del nombre de Jesús.
En el ministerio del apostol Pablo podemos ver que se cumplió la promesa que cosas aun mayores haríamos; mientra que la mujer del flujo de sangre tuvo que tocar el borde del manto de Jesús para que fuera sanada, en los tiempos de Pablo, solo bastaba llevar a los enfermos prendas que algún día vistió Pablo y estos sanaban.
Poderosísimo el cumplimiento de la promesa, pero Pablo nunca buscó su propia gloria y honra. ¿Por qué los hijos de Esceva salieron avergonzados por los demonios a quienes intentaron expulsar?, ¿Por qué sin conocer a Jesús, querían hacer lo mismo que exorcistas ambulantes también deseaban?: reconocimiento, fama, dinero o cualquier otra cosa diferente a la honra de Jesús te expone a que te suceda esto:
"A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?, Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos." - Hechos 19:15
CONCLUSIÓN
Es importante para acceder al poder del nombre de Jesús, que seas una persona conversa, es decir que creas en Jesús como Señor y soberano sobre todas las cosas, que mantengas una relación vital con Él, haciendo su voluntad; reconociendo que Él es quien hace los milagros y por lo tanto el único digno de gloria y honra.
REFLEXIÓN - ¿QUÉ TE HA HABLADO EL ESPÍRITU SANTO?
¿Te ha dado algo de temor invocar el nombre de Jesús frente alguna situación difícil?
¿Te sientes más cómodo invocando el nombre de Jesús cuando estás solo que cuando estás en frente de personas?
¿Por qué crees que no te sientes tan seguro?
¿Te daría vergüenza quedar mal?
Pídele al Espíritu que revises cuales de los 3 puntos debe ajustar para acceder a su poder
Comparte alguna de tus impresiones con tus compañeros de grupo, y pide apoyo en oración en caso de requerir.
+57 3217285026
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