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¿CÓMO MANTENERSE FIRME EN UNA PROMESA?

Mantener la fe puesta en una promesa que el Señor te ha entregado, resulta en ocasiones difícil porque nuestros sentidos físicos no ven resultados intermedios alineados al gran objetivo final.


En esta ocasión compartiremos con base en el capítulo 26 del libro de Génesis, cuatro (4) aspectos que te ayudarán a mantener la fe en una promesa.


PALABRA (Génesis 26)

1 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. 2 Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. 3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. 4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, 5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. (Génesis 26:1-5)

CONTEXTO


Tengamos presente que ninguno de los propósitos establecidos por Dios, van a desarrollarse sin oposición de las tinieblas, por esta razón debemos aprender a mantenernos firmes en la promesa.


La historia de Isaac en medio de una hambruna nos enseña a conocer cómo podemos mantener nuestra fe, a pesar de ver que las cosas no marchan como nosotros lo esperamos.


DESARROLLO


Conociendo de quién proviene la promesa


Isaac conoció el carácter del Dios de su padre a partir de la relación que tuvo Abraham con Jehová cuando le pidió sacrificar a su unigénito; a pesar de desempeñar un papel pasivo (Ver Génesis 22) pudo ser testigo de cómo su padre, un hombre de fe, tras obedecer, vio operar a su Dios proveedor Jehová-Jireh.

Isaac en esta historia está viviendo en tiempos de hambre, y su Dios le dio instrucciones precisas que llevó a cabo porque sabía el resultado de la obediencia; ya conocía que tenía la promesa de un Dios que hace cosas imposibles para proveer lo necesario para el cumplimiento del propósito establecido.

Aun cuando enfrentaba una situación similar de hambre a la de su padre Abraham (Ver Génesis 12:10); tuvo la confianza en su Dios, que lo conocía mejor de lo que él mismo podría conocerse; así que, obedeció y se quedó en Gerar en lugar de pensar, que como su padre, la respuesta en tiempo de hambre era descender a Egipto.

Para mantenerte firme en una promesa, debes conocer muy bien a quien te lo prometió: el Dios bueno, presente en todos lados, omnisciente, todopoderoso y fiel. Sí dijo, Él hará.

Obedecer aunque no te parezca


Probablemente Isaac pudo preguntarse:: ¿Cómo prosperaré en esta tierra como forastero?, o ajustó su pregunta a: ¿Cómo Dios me prosperará en esta tierra donde Él me dijo que viviera como forastero?.


Si se hubiera hecho la primera pregunta, hubiera salido perdiendo, él no tendría en sus propios medios la manera de prosperar; pero seguramente formuló la segunda pregunta, al conocer el carácter de su Dios, y tuvo la seguridad de que algo Dios haría para cumplir lo prometido.

Dios cumplió su promesa (y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre) tras ver la obediencia de Isaac al seguir sin quejarse la instrucción (Habita como forastero en esta tierra)

12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. 13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. 14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia. 15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra. 16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho. (Génesis 26:12-16)

El valor de las promesas de Dios no disminuye a causa de los ojos de alguien que no puede ver lo que Dios está haciendo.

Motivado por la persecución de sus opositores, pudo parecerle a Isaac que irse de Gerar era la decisión correcta; pero si Isaac hubiera abandonado cuando se opusieron en el pozo de Esek y Sitna, no hubiese visto la promesa que habría de cumplirse más adelante.

A veces no nos parecen, no nos cuadra, no nos hace sentido los designios del Padre, pero recuerda que Él está en control de todo, no abandones la promesa porque lo que vives ahora no te parece.

Asegurar tu atención para ver y escuchar a Dios en medio del proyecto.


Los versículos del 23 al 25 nos enseñan la actitud adecuada:

23 Y de allí subió a Beerseba. 24 Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo. 25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

Quienes emprenden una jornada esperando ver continuamente la mano poderosa de Dios operar a su favor, han de permanecer atentos a su voz y a sus instrucciones.

Una victoria parcial podría hacerte perder la guerra final si te duermes sobre los laureles; ver buenos resultados parciales no debe hacer que se te olvide la importancia de escuchar al Dios que sustenta; necesitas escuchar sus instrucciones para el resto de tu jornada.

Por más esfuerzo que hagas por abrir pozos, o por sacar adelante la empresa,o proyecto nunca pierdas la comunión con el Señor tu Dios, nunca será mayor la obra que el dueño de la obra.

Si aquellos que oran por una causa, por ejemplo: la restauración de sus hijos; en algún momento viendo que las cosas empiezan a cambiar para bien, dejan de buscar intimidad con Dios, es una consecuencia directa que disminuya la sabiduría y discernimiento requerido para tomar las decisiones más adelante.

Así que debemos permanecer atentos a escuchar la voz del Padre en todo tiempo.

Saber que quienes se oponen ven que Jehová está contigo.


Nosotros mismos a veces no somos conscientes de lo poderosos que somos a causa de la presencia de Dios en nuestras vidas.

Pero los enemigos nuestros pueden ver que pese a todo su empeño y esfuerzo por destruirnos, nada puede prosperar en contra nuestra (Isaías 54:17)

Ellos, los enemigos, son conscientes del gran esfuerzo que hacen en nuestra contra; pero como nosotros no nos esforzamos por defendernos, porque Jehová-Sabaoth pelea la batalla por nosotros, no somos conscientes quizás del poder requerido para mantenernos a salvo; pero el enemigo sí que lo sabe.

Isaac pudo desanimarse al abrir uno y otro pozo y encontrar resistencia y envidia de sus opositores; pero mientras eso ocurría Jehová actuaba a su favor, estaba haciendo que sus opositores vieran su mano poderosa a favor de Isaac, a quien le había dado la promesa.

El rey Abimelec al ver la mano poderosa de Jehová, vino a hacer alianza con Isaac (Versículos del 26-33)

CONCLUSIÓN


Ninguno de los buenos propósitos que son establecidos por el Padre se llevan a cabo sin oposición de las tinieblas; Jesús, David, José, Daniel, Abraham, y el mismo Isaac, protagonista de este mensaje, tuvieron que experimentar situaciones difíciles, usa estos 4 puntos para mantenerte firme en tu promesa y no desistir.

  1. Conocer de quién proviene la promesa.

  2. Obedecer sus instrucciones aunque no te parezca.

  3. Asegurar tu atención para ver y escuchar a Dios en medio del proyecto.

  4. Saber que quienes se oponen ven que Jehová está contigo.


¿QUÉ TE HA HABLADO EL ESPÍRITU SANTO?

  1. ¿Cuáles son las situaciones difíciles que has tenido que enfrentar en tu proyecto?

  2. ¿Cómo puedes ver la mano poderosa de Dios actuar en medio de la dificultad?.

  3. Medita respecto de lo que ha hecho Dios para mantenerte en pie en medio de las circunstancias.

Comparte alguna de tus impresiones con tus compañeros de grupo, y pide apoyo en oración en caso de requerir.


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