DIFERENTES PERO COMPLEMENTARIOS
- Pastor Willian Klinger Mosquera
- 17 jul 2023
- 7 Min. de lectura
“El matrimonio es una institución sagrada creada por Dios, por medio de la cual, libre y voluntariamente, un hombre y una mujer, nacidos como tales, se unen para vivir juntos, amarse, respetarse, ser de ayuda mutua y constituir un hogar de bendición para sí mismos y, en su caso, para sus hijos y el entorno que les rodea.”
PALABRA: (Génesis 2:18-25)
“18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona,[a] porque del varón[b] fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” (Génesis 2:18-25)
Para mejor comprensión de este mensaje quiero partir aclarando que como creyente en Jesús, parto de la realidad de que el origen del hombre fue obra de un ser creador que es superior y soberano (Creacionismo) y creo además que ese ser creador es Jehová.
Partiendo de ese hecho quiero plantear en este mensaje que el ser humano a la luz de las escrituras fue creado varón y hembra tan diferentes pero que a su vez dependientes para complementarse el uno al otro.
Somos bien diferentes
El Creador empezó a actuar sobre la tierra para darle orden y poblarla, porque antes era caótica y vacía. (Ver Génesis 1:2); la primera actividad de creación que se narra en el libro de la génesis dice: Y dijo Dios:
“3 Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas” Génesis 1:3-4
De la misma manera la última actividad de la creación previa al descanso dice:
“27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Génesis 1:27
El objetivo entonces del Creador fue traer orden a la tierra caótica, y para ellos se evidencia que al finalizar cada unos de los días descritos en el libro de Génesis, hubo una clara separación de lo creado.
Debemos en este punto aclarar que para separar es necesario que exista una diferenciación entre lo que se desea separar, y que la relación entre lo separado ayuda a su definición mutua, es decir, difícilmente se podría explicar la tinieblas sin hacer uso de la palabra luz, de la misma manera, el concepto de hombre, podrá ser plenamente descrito cuando es referenciando el concepto de mujer.
No es casual la diferencia entre el mar y la tierra, la luz y la tiniebla, el día y la noche, el hombre y la mujer, los animales y las plantas; ese fue el resultado de las acciones sobrenaturales del Creador para traer orden a la tierra.
Así que cualquier cosa que atente contra esta diferenciación natural ha de estar en contra del diseño original del Creador y trae confusión y desorden a la tierra.
Cuando usted todo lo tiene revuelto y desordenado, cuando no puede hacer diferenciación está condenado a vivir confundido y a tomar decisiones que le enredan la vida, por eso es importante que a la luz de la Palabra tengamos claro que somos diferentes hombres y mujeres, en una sociedad que cada vez más se pretende atenuar las diferencias naturales.
Somos diferentes biológicamente, no existe ninguna combinación distinta a los cromosomas xx (Mujer) y xy (Hombre), dicha diferenciación tiene consecuencias, por ejemplo, los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos concluyó en un estudio que la letalidad de la COVID-19 fue 2.4 veces mayor en los hombres que en las mujeres.
Esta diferencia biológica sugiere también una diferencia en la asignación de roles, por ejemplo: el hombre normalmente tiene mayor masa ósea y muscular que una mujer, esto explica que aunque a Raquel le tocó pastorear porque Labán, su padre, no tenías en ese momento hijos hombres, Jacob fue cortés y amable al quitar la piedra del pozo de agua.
La diferenciación conlleva segregación de funciones. El hombre debe asumir el liderazgo de la casa, no debe ser un liderazgo dictatorial, debe ser un liderazgo como el de Jesús, basado en el amor y servicio.
“23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” (Efesios 5:23-25)
El hombre debe proveer para su casa, amar, cuidar y respetar a la mujer, de acuerdo al diseño de Dios, éste debe ser un principio que supera las cosmovisiones étnicas y las construcciones culturales, donde hay espacios a que las mujeres sean abusadas, azotadas y maltratadas.
Por su lado una mujer por su lado es sabia, entendida y excelente administradora de los recursos que pasan por sus manos.
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. 11 El corazón de su marido está en ella confiado,Y no carecerá de ganancias. 12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.” Proverbios 31:10-12
Complementos perfectos
“23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” - Génesis 2:23-24
El hecho que precedió el versículo en mención fue el resultado de la autoevaluación del Creador, Él pudo observar que algo faltaba en su obra: “No es bueno que el hombre esté solo” (Gen 2:18), de inmediato generó un plan de acción: “le haré ayuda idónea para él”.
Así que si un hombre repudia a su mujer se estaría repudiando el mismo por que la mujer es huesos de sus huesos. Nos necesitamos el uno al otro (Hombre y mujer) para completarnos, para ser mejores, para cumplir el propósito de Dios
“La mujer fue formada de una costilla (es decir del costado) de Adan; no fue hecha de su cabeza, como para tener dominio sobre él; ni de sus pies, como para ser pisoteada por él; sino de su costado, para ser igual a él, de debajo de su brazo para ser protegida, y de junto a su corazón para ser amada.” (Comentario de Matthew Henry)
El propósito del matrimonio, cubre 3 áreas principales
Relación: Dios nos creó como seres sociales que se ayudan mutuamente.
Procreación: Debemos preservar la especie y fructificar (prosperar).
Recreación: No todo es trabajo y esfuerzo, debemos deleitarnos con nuestra pareja. (Ver Proverbios 5:18-19)
Hemos de entender que nos somos un complemento efímero, somos un complemento eterno y esto ha de estar muy claro cuando se toma la decisión de formar una familia, somos ahora una carne. Ahora somos uno; cimentados en lo que nuestros padres entregaron, dejamos nuestros hogares para ahora conformar nuestra nueva y propia familia.
Al ser uno tenemos una visión compartida hacia la cual nos dirigimos cogidos de la mano. Ejemplo: No está bien que mientras las esposa esté pensando en irse del país, el esposo esté pensando establecerse en un negocio en su ciudad natal.
Al ser uno definimos principios y valores familiares que nos guían, que definen un marco de actuación que nos ayudarán a dirimir los conflictos. Por ejemplo: Nadie en la casa dormirá por fuera, a excepción de situaciones extraordinarias en las que nos hayamos puesto de acuerdo, evitará que por capricho alguno de los esposos se vaya a dormir donde sus padres frente al primer problema.
Al ser uno, compartimos nuestros recursos, no es que el otro deje en lo oculto recursos para gastarlos en sus deseos egoístas; todo va dirigido a una misma bolsa donde será administrado conforme a los principios establecidos para alcanzar la visión compartida.
Ser “uno” supone grandes desafíos y requiere renunciar a una parte de nosotros para ser complemento de nuestra contraparte.
Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre
“5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”- (Mateo 19:5-6)
Podemos vivir incompletos, claro que sí, pero sin duda sería mejor vivir completos; como quien cojea por falta de un pie, y un día, cuando le es entregada la prótesis adecuada, cambia su calidad de vida enormemente.
En algunas ocasiones por la dureza del corazón del hombre, y en otras por realidades que no logramos comprender, hemos estado en situaciones complejas en nuestras familias; pero sin importar la causa sabemos que Dios es fiel y bueno para restaurar.
Es bueno reflexionar acerca de aquellas relaciones que han ido "delante del altar" a recibir la bendición de Dios; pero realmente son establecidas por capricho, por obligación o cualquier otra cosa; ¿será que han sido unidos por Dios?, podrán haber seguido el protocolo, pero en esencia estaban apartados de la voluntad de Dios.
De cualquier manera, sin importar lo que haya pasado en nuestras relaciones, tenemos a un Dios cuya misericordia, amor y poder puede restaurar; no te condenes a ti mismo y procura diligentemente hacer la voluntad del Padre, y así, la restauración empieza por ti, te convierte en ese complemento para alguien más.
Ten la certeza que si tu matrimonio fue presentado delante de Dios, lo que Él unió no lo separe el hombre, esta es una frase que requiere ser leída con la fe que tenemos en un Dios poderoso que respalda y sustenta la institución que Él mismo creó.
Conclusión
El hombre y la mujer fueron creados de manera distinta, pero ambos se necesitan como complemento. El hecho que sean diferentes, no implica que sean desiguales, ante los ojos de Dios, hombre y mujer tienen el mismo valor.
¿Qué te ha hablado el Espíritu Santo?
¿Cómo crees que harías mejor tu relación marital de ahora en adelante?
¿Puedes ayudar a tu pareja a ser una mejor versión?
¿Si eres soltero, cómo este mensaje te ha ayudado?
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